Friday, April 6, 2007

Borges y Edgardo Kreps

BORGES Y EDGARDO KREPS
Por JK.


Soy un admirador de Jorge Luís Borges desde el día en que Juan Carlos Valdivia Cano leyó un pasaje del Aleph, este acontecimiento sucedió casi veinte años atrás, en Tacna, la mas sureña de las ciudades de la desértica costa del Perú, cuando yo estudiaba leyes y Juan Carlos era el cultísimo decano de la Facultad de Derecho. Desde ese día he venido leyendo y releyendo los textos de Borges, un argentino y porteño de Buenos Aires, y no dejo de deleitarme. Es que leer a Borges es similar a comer un chocolate a las cinco de la tarde después de un día de playa. O como beber un vaso de agua al terminar una larga caminata por el desierto, el placer es el mismo.
En Washington DC, ciudad en donde radico desde hace cuatro años, se desarrolla un ambiente cultural bien dinámico, por lo general es gratis, y abierto al público que tiene el tiempo para asistir a los eventos en esta ciudad de gente ocupada y ambiciosa. Acudir a una conferencia en una embajada, por ejemplo, es sencillo, sobre todo a las del primer mundo en donde los funcionarios comprenden que son empleados públicos, y su labor es la de facilitar la vida de los ciudadanos. Hace más o menos seis semanas estuve en un evento en la embajada Suiza titulada precisamente “Borges y Suiza,” la conferencia fue dada por Edgardo Kreps, un antropólogo argentino, culto, académico, liberal, joven (no lo asocio con la edad), y amigable, y al cual me parece le encanta llamar a las cosas por lo que son. Edgardo, cuando estudiaba en el colegio secundario en Buenos Aires, tuvo la genial idea de entrevistar a Borges y la suerte de conocerlo personalmente. Por boca de Edgardo aprendí que el número de telefónico de Borges aparecía en la guía telefónica y era viable llamarlo para conversar, con un poco de suerte me imagino. Que Maria Kodama hizo que Borges se peleara con su hermana, con la cual tenia una relación profunda, y que se lo llevó a Ginebra para casarse con el por poder en Paraguay o Uruguay, y que al final se apoderó de todo, incluyendo el cuerpo de Jorge Luís. Una femme fatal. Que Borges era un gran conversador, casi un anarquista, crítico de los caudillos y cultura Argentina que eligió reflejarse en el “Gaucho Martín Fierro” escrito por José Hernández en 1872, antes que en “Facundo: Civilización y Barbarismo” compuesto por Domingo F. Sarmiento en 1845, el mismo que “es una biografía típica de un caudillo, y una apasionada defensa del estado del derecho, y los beneficios de la libertad y democracia.” “Borges, dice Kreps, escribió sobre los argentinos que “Sarmiento nos soñó a todos,” reconoció en Facundo, el pensamiento base que hubiera permitido a la Argentina crecer y continuar reinventándose asimismo en el futuro. El Martín Fierro, era una vía sin salida. La idea de agravios y un fugitivo, Borges pensó, no debería ser la base para un mito nacional.” Borges y Krebs retratan no solamente la historia de Argentina, sino más bien la de toda Latinoamérica, la cual comete los mismos errores y no aprende del pasado, y para comprobar lo que ellos dicen basta con abrir un periódico y leer las noticias de Ecuador, Bolivia y Venezuela en donde el estado de derecho ha sido derrotado y han iniciado nuevamente el camino romántico de las revoluciones violentas e ilegales. Es que al final nos parecemos tanto.


1.-Edgardo Kreps, “How Argentina Went from Myth to Mistake,” Hispanic American Center for Economic Research. www.hacer.org/current/kreps. Visitada en 3/28/2007 El Martin Fierro “cuenta la historia de un gaucho apatrida que cruza la frontera escapando de la policia después de haber matado a un hombre. Fierro vive con los indios por un tiempo, y luego vuelve a la civilización, pero permanece un hombre buscado.”

2.-Id.

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